Hoy damos comienzo a un nuevo apartado, donde queremos recopilar y dar a conocer algunas de las sensaciones y pensamientos que están teniendo los profesionales y colaboradores que están ayudando con el proyecto #QueTiembleElCamino.
De esta manera, conoceremos un poco más a toda esa gente que hay detrás y que con su labor están permitiendo que un grupo de peregrinos con Parkinson lleven a cabo la difusión social de esta enfermedad y realicen su recorrido a Santiago.
Aquí os dejamos con la carta de una colaboradora nuestra:
Me
estoy preparando el equipo para mañana: un chándal, unas buenas
zapatillas y una mochila cargada de ilusiones y anhelos. Cualquiera
que me conozca sabrá que tiene que haber un motivo muy muy
importante para que yo me calce las deportivas y salga a caminar sin
más.
Y
ese motivo me lo han dado ocho personas muy especiales con las que
compartí una de las mañanas más emotivas de mi vida. Y con las que
espero compartir muchas más.
Cloti
y Nila, Benjamín y José Ignacio, José Miguel y Juan Carlos, Manolo
y Pepe… hasta el pasado 26 de octubre no os conocía a la mayoría,
pero ese día tuve la suerte de poder acompañaros en vuestro primer
entrenamiento como peregrinos del Camino de Santiago. Y fui testigo
de vuestro esfuerzo, vuestra entrega y vuestra ilusión para con este
reto que supone un hito en vuestras vidas.
El
que más y el que menos estaba nervioso esa mañana; era la primera
toma de contacto del grupo con el Camino, aunque fuera en tierras
valencianas, y la ilusión brillaba en los ojos de todos.
Salimos
juntos desde el embarcadero del Parque de Cabecera, y ya desde los
primeros metros Benjamín, José Ignacio y José Miguel os
posicionasteis a la cabeza de la marcha. En el centro del grupo
Cloti, Nila, Pepe y Manolo seguisteis el ritmo que marcaban los
adelantados. Y Juan Carlos, tú cerraste la marcha y por eso
recibiste un sonoro aplauso a nuestra llegada al jardín del
párkinson.
Durante
todo el trayecto estuvisteis acompañados por familiares y amigos de
la Asociación; y por Nelo, vuestro fisio, que no dejó de ir arriba
y abajo preocupándose de que todos estuvierais bien.
En
la meta os esperaba un grupo numeroso, que os recibió entre aplausos
y vítores para transmitiros todo su apoyo y su fuerza. Para daros
ánimos con su presencia y compartir con vosotros esta maravillosa
experiencia.
Me
habéis transmitido la ilusión, la pasión y el afán de superación
que demostrasteis durante el entrenamiento, y desde ese día una de
mis metas es que todos se enteren de lo que estáis haciendo. Y no
voy a parar hasta conseguir que todo el mundo conozca vuestro
proyecto #Quetiembleelcamino.
Quiero
que todos sepan que, con mucho esfuerzo, vais a llegar a los pies del
apóstol Santiago para demostrarnos que la vida no se detiene cuando
te diagnostican párkinson. Por que todo lo que te propones, sí te
esfuerzas y no te rindes, puedes conseguirlo.
Gracias
a los ocho por darnos esta lección. Gracias por compartir con
nosotros este emocionante Camino. Gracias por llenar mi mochila de
ilusiones y anhelos.
Belén
CP (Prensa)
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